Las actividades han incluido la realización de cursos sobre las especies urbanas migratorias y las rapaces urbanas, además de un taller específico sobre anillamiento científico de aves

Un total de 63 personas han participado en la actividad ‘Ciudades Vivas’, un curso práctico puesto en marcha por el Ayuntamiento de Elda, a través de las Concejalías de Medio Ambiente y de Protección Animal, y la Generalitat Valenciana con el objetivo de dar a conocer y contribuir a la protección de las aves que habitan en el área urbana de Elda.

La actividad ha estado integrada por tres talleres:

Taller Aves Urbanas Migratorias, con 18 personas inscritas y desarrollado en el Centro Social Caliu.

Taller Rapaces Urbanas, con 16 personas participantes y desarrollado también en el Centro Social Caliu.

Taller de Anillamiento Científico de Aves, con 29 participantes y realizado en la Pinada del Trinitario.

Las tres actividades han permitido dar a conocer a los ciudadanos y ciudadanas una parte muy importantes del patrimonio natural de Elda, como son las aves urbanas que habitan en su hábitat urbano, contribuyendo además a su conservación con la construcción de refugios.

La técnica del Paisaje Protegido de la Serra del Maigmó y la Serra del Sit, Ana Sáez, ha sido la encargada de coordinar una actividad que ha permitido a los participantes conocer la gran variedad de aves que se han adaptado de una manera u otra a la vida urbana. Algunas especies utilizan las ciudades de forma ocasional, otras las utilizan todos los años pero sólo en ciertos períodos y otras utilizan las urbes de modo permanente y desarrollan todo su ciclo diario en ella.

Las concejalas de Medio Ambiente, Sarah López, y de Protección Animal, Anabel García, han mostrado su satisfacción por el desarrollo de una actividad que, en palabras de López, “contribuirá a poner en valor la biodiversidad de nuestra ciudad, ya que sólo a través del conocimiento podemos ser capaces de valorarla”.

Por su parte, Anabel García ha destacado que “con estos talleres hemos podido conocer de cerca a las aves que compartan la ciudad con nosotros y que, como las personas, tienen sus propias costumbres y que, además, permiten calibrar la calidad ambiental de nuestro entorno”.

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