Esta pintura mural, fechada en 1907, es una creación del artista alicantino Bernardo Carratalá Poveda (1887-1965). La obra decoró el dormitorio del matrimonio eldense formado por Vicente Amat Pérez y Rafaela Lorenzo Beltrán en su vivienda de la calle de la Purísima nº 31. Con el tiempo, Carratalá se convirtió en un famoso escenógrafo y pintor que, según la tradición de la época, provocó la admiración del propio rey Alfonso XIII. El mural, ejecutado en óleo y temple sobre yeso, se interpreta como una alegoría del Día naciente que sucede a la Noche. La alborada está representada por una figura femenina que aparece victoriosa, acompañada por angelotes, ocupando el lugar de la noche, encarnada a su vez por una exuberante figura femenina que cae a la llegada del amanecer. La composición, en un ambiente celeste, está rodeada por una arquitectura fingida de inspiración barroca, de gran difusión en la decoración de las estancias de los domicilios aristocráticos y burgueses del siglo XIX y principios del siglo XX. La obra, excepcional en el panorama histórico-artístico eldense, tiene una triple particularidad dentro de la trayectoria del escenógrafo alicantino: a día de hoy es su primera obra conocida, la única de la que se tiene constancia realizada en un dormitorio, y una de las escasas muestras en pintura mural de Carratalá que perviven en la actualidad. Ante el riesgo de derrumbe del techo y la imposibilidad de restaurar la pintura mural en su emplazamiento original, el Ayuntamiento de Elda decidió en 2016 aceptar la donación de esta obra por parte de la familia Navarro-Escolano, para ubicarla, tras su restauración, en el vestíbulo de la Casa Consistorial. El acceso y la visita la pintura mural es libre.