El alcalde Rubén Alfaro ha presentado el volumen manuscrito, en el que se inscribían las propiedades urbanas y rústicas del término municipal, que ha sido reparado por los técnicos del IVCR+i

El alcalde de Elda, Rubén Alfaro, ha presentado hoy en la Biblioteca Municipal Alberto Navarro la restauración del Libro de Giradora de 1832 llevada a cabo por el Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i), en colaboración con el Ayuntamiento de Elda. Alfaro ha estado acompañado por la concejala de Cultura, Rosa Vidal y la subdirectora del IVCR+i, Gemma Contreras.

El ‘Libro de Giradora’ del año 1832 se conservaba en el Archivo Histórico Municipal de Elda y su restauración, que se ha prolongado durante cinco meses, responde a la continuidad de restauraciones que sobre esta serie documental ha realizado el IVCR+i.

Rubén Alfaro ha explicado que “se trata de un libro manuscrito en el que se inscribían las propiedades urbanas y rústicas del término municipal y que recogían los acuerdos entre los propietarios de terrenos y aquellos que los explotaban a cambio de un canon”.

El primer edil ha agradecido “la labor de la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana, y en concreto a los responsables y a los especialistas del Institut Valenciá de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) por el trabajo realizado. Se trata, además, del segundo Libro de Giradora de Elda restaurado por la Generalitat, ya que hace ahora cinco años los técnicos ya devolvieron todo su esplendor a un ejemplar de 1716”.

El volumen restaurado está encuadernado con unas cubiertas de piel con cartones y bullones que se habían desprendido del cuerpo del libro. Por lo que respecta al papel, este se encontraba afectado por colonias de microorganismos y manchas de humedad que lo afectaban gravemente en algunas zonas puntuales. Como consecuencia del uso y manipulación el lomo del libro había sufrido tanto que había perdido su forma original y unidad.

La restauración ha consistido, en cuanto a la cubierta del libro, en la consolidación de los rasgados de la piel y la sustitución de las guardas. Respecto al cuerpo del libro, se ha microaspirado y desinfectado hoja a hoja, y se ha procedido a la reintegración de las faltas de papel. Por último, se ha devuelto al lomo su función y forma originales. Para su correcta conservación, se ha realizado una caja con cartón libre de ácido y adhesivos.

Alfaro ha destacado que “el Libro de Giradora de 1832 ha recuperado buena parte de su esplendor y estará en el Archivo Histórico Municipal a disposición de los historiadores y especialistas que investiguen y estudien la historia de nuestra ciudad”.

La importancia de este tipo de libros es que reflejan múltiples campos de información sobre una población. Por medio de ellos se puede conocer el número de habitantes y parcelas o fincas que poseía el municipio en 1832, la extensión de las mismas, si estaban en cultivo, y hasta en algunos casos se especificaba el tipo de cultivo, con lo cual se podía conocer los recursos económicos con que contaba la localidad.

Gemma Contreras ha destacado que “los libros de giradora son manuscritos de gran relevancia documental, que cuentan una historia que solo está en ellos y que, por lo tanto, son muy importantes, en este caso para la ciudad de Elda, ya que actúan como un registro de las propiedades rústicas y urbanas y por lo tanto eran muy consultados. Tiene una tinta magnífica, fabricada por los propios escribanos hasta principios del siglo XX”.

El IVCR+i desarrolla una importante labor de conservación y restauración de los documentos manuscritos custodiados en los archivos históricos municipales de la Comunitat Valenciana, ya que en estos centros se conserva la memoria histórica del pueblo valenciano.

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